Saturday, March 10, 2007

Desde mi trinchera liberal: Cuando los científicos tergiversan


Los argumentos en favor de la fe,jamás convencerán a quien no quiere ser convencido.Pero si somos honestos, ayudan.Aquí tienes un discurso de un rabino que explica por qué algunos científicos tergiversan para excluir a Dios del horizonte de sucesos.


Para esta clase de científicos, se puede aplicar la frase de Churchill:Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema. Van a piñón fijo.


El Origen de la Vida
Miller: Adios a la teología!


En 1953, Stanley Miller, un joven estudiante de la Universidad de Chicago, hace un experimento que revoluciona a la comunidad científica, y satisface especialmente a aquellos científicos que trataban de buscar en la ciencia una explicación alternativa a los orígenes de la existencia. Una explicación que no tuviera que ver con Dios. Stanley Miller les dio la respuesta que buscaban. Hizo un experimento, una experiencia de laboratorio para demostrar cómo había aparecido la vida, a partir de circunstancias aleatorias.


Miller tomó un poco de agua destilada, junto con gases de amoníaco, metano e hidrógeno y aplicó flashes de descargas eléctricas durante dos días y medio, casi tres. Más tarde analizó el contenido del agua y detectó aminoácidos. Los aminoácidos son los elementos primordiales para las proteínas, que son los ladrillos de la vida. Por lo tanto, había quedado demostrado, científicamente, que la vida puede aparecer por casualidad.


Un famoso científico, Premio Nobel, George Wald, publica en Scientific American, en el año 1954, toda esta experiencia, ampliándola mucho más, y la analiza diciendo que definitivamente la ciencia demostró que la vida pudo aparecer por casualidad. George Wald escribe lo siguiente:
“El tiempo lo hace todo, 'given enough time' (dado el suficiente tiempo)lo imposible se hace posible, lo posible probable y lo probable cierto.” El tiempo hace los milagros. Creo que si tuviéramos que buscar una poesía del agnosticismo, o el ateísmo puesto en un poema, no encontraríamos algo más hermoso y seductor que esto...: "El tiempo lo hace todo. Dado el suficiente tiempo, lo imposible se hace posible, lo posible probable y lo probable cierto. El tiempo es el que hace los milagros. Dios queda entonces excluído, porque encontramos el origen de la vida sin necesidad de un Creador, por simples flashes de luz que arremeten sobre los gases primordiales.


Morowitz: la divina matemática.
Pero en 1959, la comunidad científica se conmociona otra vez. ¿Por qué? Porque esta vez un científico llamado Harold Morowitz descubre un pequeño problema en la teoría de Miller y Wald. Descubre lo que Ortega y Gasset definiría como el gran problema de las especializaciones: el célebre filosofo español decía que estamos llegando a una sociedad en donde cada cual sabe más sobre menos cosas. Y aquí pasó algo parecido. Wald un fantástico biólogo, aparentemente no era muy bueno en matemáticas. Y ¿qué es lo que descubre el Dr. Morowitz?


Morowitz descubre, y Scientific American lo publica, que la probabilidad de que surgiera una bacteria de la nada por casualidad, de la misma forma que lo había inducido en laboratorio Stanley Miller en 1953, era tan mínima que el tiempo que la ciencia le atribuye al universo no hubiera alcanzado. Simplemente no existió el "enough time" de Wald... Tendría que haber pasado mucho más... Vamos a mencionar un libro que espero puedan conocer y leer: "Genesis y el Big Bang" del Dr Gerald Schroeder. Está traducido desde hace varios años al castellano. Es un libro impactante y sumamente interesante para la persona de fe que tiene este debate interno.


Allí dice así: "Harold Morowitz, físico de la Universidad de Yale, publicó en 1968 el libro Flowing Biology. Junto a otros físicos y matemáticos había visto con preocupación la facilidad con que algunos científicos daban por sentado, al estudiar el origen de la vida, que se produjesen acontecimientos tan poco probables. Estos científicos aceptaban tal ocurrencia sin intentar siquiera una investigación rigurosa sobre la probabilidad de que efectivamente sucediera.
Morowitz calculó el tiempo necesario para que reacciones químicas aleatorias (=casuales) formaran una simple bacteria. No un organismo completo, no estamos hablando de un ser humano, ni siquiera de una flor, tan sólo una simple bacteria unicelular. Basando sus cálculos en una velocidad bastante optimista de estas reacciones y suponiendo que todas las casualidades se van a dar, concluyó que el tiempo para formar una bacteria excedía no solamente en 4.500 millones de años la edad de la tierra, sino también 15.000 millones de año la edad que la ciencia le atribuye al universo."


Desde hace décadas ningún científico serio y honesto acepta que la vida se haya originado por casualidad. Esta teoría es considerada matemáticamente imposible. No existió el tiempo para que esas casualidades se dieran.

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